Estoy segura de que es difícil imaginar que una vez fui pequeña, desvalida y completamente dependiente de alguien más, pero lo era. Y ese alguien más eras tú, papá. Estuviste ahí para mostrarme mi primera mariposa y mi primer arcoíris. Cuando me levantabas cada vez que necesitaba un abrazo o ver algo desde mejor posición. Estabas ahí cuando di mis primeros pasos (lo que se pareció mucho a mi primera lección de hula-hula) desde el momento en que me despertabas por la mañana hasta que me arropabas por la noche para ir a la cama. Nuestras conversaciones nocturnas, hasta me explicabas la vida, el universo, tus historias personales acerca de cuanto más difícil era todo cuando tenías mi edad, que me hacían bostezar, y porqué mamá tenia derecho a volverse un poquito loca de vez en cuando. Siempre me has hecho sentir a salvo, aun cuando significara un riesgo para ti. Sé que harías cualquier cosa para protegerme del peligro y del dolor. Siempre te has reído demasiado fuerte de tus propios chistes y, de alguna manera, siempre supiste elegir con exactitud el peor momento para entrar a mi habitación… o al baño. ¿Sabes? ¡Me siento de maravilla cuando la gente dice que me parezco a ti, y es verdad! Tenemos los mismos ojos. Las mismas orejas, la misma nariz. Y si miras mas de cerca, notaras que hasta los dedos de nuestros pies son parecidos. :)
Lo que trato de decirte, papá, es que eres la base sobre la que se ha formado mi personalidad. Y solo me queda una palabra: Gracias.
Que lindo ! (:
ResponderEliminarAii, muy hermosa entrada
ResponderEliminarSi podés pasá por mi blog!
www.soolmateos.blogspot.com
Besos de vainilla
QUE LINDO:) AMO TU BLOG, ES GENIAL
ResponderEliminarQue lindo Blog.
ResponderEliminarMe gusto mucho tu entrada!
Te dejo un saludo enorme y te felicito por tu blog...
Te sigo :)
Un besote enorme
Cuidate mucho y nos leemos pronto!